Los norteamericanos están comiendo más frutas frescas que nunca. El aumento en el consumo de frutas frescas está directamente asociado al incremento de los ingresos. La demanda por una mayor variedad de frutas frescas durante todo el año es cada vez mayor. Al mismo tiempo, acuerdos internacionales de comercio, mejoras en la infraestructura de comercialización de los productos altamente perecederos y la cooperación global entre los importadores, controladores y distribuidores han permitido que la fruta fresca sea importada en mayores cantidades.